Florero con piedra #Diseño #Arte




Un jarrón de arcilla deformado por el peso de una piedra. Artesanía y naturaleza convergen en un objeto sin artificios, donde los materiales y gesto del artesano son igualmente honestos. El proyecto muestra la belleza de los objetos de apariencia sin refinar.

Las piedras son objetos únicos que de alguna manera nos recuerdan un paisaje. Los jarrones interactúan con la piedra en su fase elastica con el fin de crear un florero único. Los jarrones son firmados y numerados y vienen con la piedra que los creó. Este proyecto sigue un trabajo que Martín Azúa inició en 1998, cuando trabajaba en jarrones de cerámica porosa en un río para capturar la mancha natural. Esto afirma la capacidad de un elemento natural para establecer un diálogo con una artesanía tradicional. Las piezas han sido diseñadas por Martín Azúa y producidas en colaboración con el ceramista Marc Vidal.
Los floreros están hechos en un material cerámico muy poroso que permite que el agua filtre; no están concebidos para mantener vivas las flores, son en sí mismos un artículo hermoso. 

 


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